El enfrentamiento entre Arnold Barboza y Jack Catterall resultó en una emocionante y ajustada pelea de 12 asaltos que culminó con una decisión dividida, otorgando a Barboza el título interino mundial súper ligero de la WBO.
La pelea estuvo marcada por la estrategia y el dominio del ring de Barboza, quien supo neutralizar los intentos de Catterall por establecer su jab y contrarrestar sus golpes. A pesar de los esfuerzos del británico, Barboza mantuvo la paciencia, la defensa y la precisión en sus ataques a lo largo del combate.
Durante los rounds, ambos contendientes intercambiaron golpes y estrategias, mostrando determinación y habilidad en cada interacción. Sin embargo, fue Barboza quien logró conectar los golpes más precisos y decisivos, lo que finalmente le otorgó la victoria y el codiciado título en una pelea que mantuvo en vilo a todos los espectadores.
Barboza, quien nunca había llegado a la distancia de 12 asaltos en sus 12 años como profesional, ofreció una actuación paciente y disciplinada frente a Catterall. La puntuación final de los jueces reflejó la intensidad del combate, con una decisión dividida de 115-113, 113-115 y 115-113 a favor de Barboza, asegurando su victoria y el título interino.
Ambos boxeadores celebraron al sonar la campana final, creyendo haber dejado todo sobre el ring en un enfrentamiento sumamente reñido. Barboza, con un récord de 31-0 y 11 KOs, logró imponerse a Catterall (30-2, 13 KOs), infligiéndole a este último su segunda derrota.