La carrera boxística de Tim Tszyu sufrió un duro golpe tras ser derrotado de manera contundente por Bakhram Murtazaliev en la pelea por el título mundial superwelter de la FIB en Orlando. En su regreso al ring después de su última derrota en marzo, Tszyu no logró mostrar su mejor versión y fue superado por la potencia y precisión de Murtazaliev.
Durante el combate, Tszyu fue derribado en tres ocasiones en el segundo asalto, principalmente debido al demoledor gancho de izquierda de su oponente. Aunque mostró valentía al reincorporarse cada vez, en el tercer asalto Tszyu sufrió una caída más y su esquina decidió detener la pelea, marcando así un momento crucial en la carrera del boxeador australiano.
Al finalizar la contienda, Tszyu reconoció la superioridad de Murtazaliev, comentando: “Cada vez que subo al ring, estoy dispuesto a morir aquí. El mejor hombre ganó esta noche”. Aceptando la derrota, Tszyu reflexionó sobre los golpes recibidos y la importancia de aprender de estas experiencias en el ring.
El dominio de Murtazaliev se reflejó en las estadísticas, con 67 golpes conectados contra 37 de Tszyu, y 50 golpes de potencia contra 25 de su oponente. La velocidad y la potencia de los jabs y ganchos del ruso resultaron determinantes, dejando a Tszyu sin respuestas efectivas ni capacidad defensiva.
Con esta segunda derrota consecutiva, Tim Tszyu se encuentra en una posición complicada para acceder a otra oportunidad por el título mundial. A sus 29 años y con planes de mudarse de Sydney a Las Vegas para seguir persiguiendo su sueño en el boxeo, Tszyu enfrenta un futuro incierto en su carrera.